|
Hubo una época en que mi marido decidió ser granjero. Compró un molino de viento, algunas lámparas de aceite, colmenas, y un par de cerdos a quienes
nuestro hijo les llamó, Lois Lane y Clark Kent.
Este par de cerditos me habrían de causar muchos dolores de cabeza, desde el día en que los llevaron a casa. Los habíamos atado muy bien y metido en sacos de
transporte en la parte trasera de nuestra camioneta, estos lechones Ho... Leer más!
|